Humareda

Un día como hoy, hace 99 años, nació Víctor Humareda en la provincia de Lampa – Puno.
Al contemplar al personaje y luego escuchalo hablar, y revelar su amplia cultura, quien fuere, simplemente habría dicho: ¡Qué hombre tan desconcertante! Un genio inesperado. El misterioso y más querido de la plástica peruana, entre los clásicos, románticos, indigenistas como Vinatea Reynoso, de los manieristas como el Biti, o nativos como Diego Quispe Tito, genealogía luminosa, Humareda es el amado, el niño irreverente, el maldito al natural, al que le cayó la desgracia como un rayo en la oscura noche, el provinciano pobre y resilience, el sin maquillaje de ninguna clase, el sin doble fondo, el excéntrico, el clown, el loco desafiante, el que fue víctima de su propia sinceridad. Al que nunca se le habría ocurrido copiar la facha del otro.
Humareda convocó a periodistas pintores, curiosos y demás, ante el bizarro sillón de Socrates, el más famoso de los muebles limeños del siglo pasado, mas aun que un Luis XVI o un Bauhaus; destartalado hasta las entrañas del universo, con los resortes saltándose comolos ojos de Dalí, alumbrado por una Marylin acosada por una corriente de aire caliente que llega desde abajo, por la eternidad.
Humareda había hecho de la adversidad una forma de vivir con alegría y cierta displicencia, recurso necesario para.decir su.verdades, destilar su humor o maquillar las diversas máscaras de la melancolía.
Fuente: Omar Aramayo