Candelaria

Puno… a los pies de la mamita Candelaria “patrona de los indios”.

Desde que pisaron tierra puneña los catequizadores españoles impusieron su religión. La católica y devoción a sus santos y de manera especial a la madre de Cristo bajo distintas advocaciones y de acuerdo a las costumbres religiosas de los pueblos precolombinos con marcadas diferencias y hasta raciales. Expliquemos mejor:

A su llegada al Perú los frailes españoles para cumplir su misión evangelizadora y la protección de los pueblos españoles se encomendaron a la santísima madre de Cristo bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, “Patrona de la evangelización”, de finos rasgos faciales, piel blanca, esbelta silueta y de dulce mirada, prototipo de la mujer española. En el caso de Puno, para ella construyeron un extraordinario templo conocido hoy como la Basílica Menor de la Catedral, orlado con exquisito altar revestido de fina plata de Laykakota, para el estricto y exclusivo servicio religioso de los llegados de España cada ocho de diciembre.

En cambio para los conquistados, aquellos que hasta hoy tienen arraigada devoción a la generosa madre que nos prodiga los medios necesarios para garantizar la supervivencia de todas la especies que respiran sobre la tierra, amparados por la generosa Pachamama, encomendaron su protección a la mamita Candelaria “Patrona de los indios”, de rostro casi redondo, piel morena y de rasgos andinos, a la que le asignaron una pobre capilla de adobe y altares de madera que hasta hoy se conservan en la antigua plaza de San Juan, declarado por el desaparecido Obispo Jesús Mateo Calderón como el “Santuario de la Virgen de la Candelaria” por donde desfilaron desde aproximadamente 1583, como lo afirma el padre Rubén Vargas Ugarte, cada 2 de febrero en proximidades del tiempo de la “Anata”, conocido hoy como carnavales, generaciones de hombres y mujeres descendientes de los antiguos mallkus andinos, con una característica propia de ofrecerle su canto, su danza, su alegría, su esperanza y gratitud por el regalo de los primeros frutos que nos regala la Pachamama que debían traer a los pies de la mamita para que los bendiga suplicando su multiplicación para garantizar la supervivencia de las generaciones de la humanidad.

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Como en todo lugar, la aparición de la Virgen de la Candelaria en Puno, viene revestida de hechos sobrenaturales o apariciones milagrosas y protectoras de la madre de Cristo a los indios condenados a muerte en las profundidades de las minas andinas, que nos transmite y se arrastra desde 1675 es que “La Virgen María acudía a sus devotos mineros con bondad y misericordia, motivo por el que le rindieron adoración y pleitesía y la veneraron como la Virgen de la Candelaria”, u otra que en sus constante predicas de evangelización pregonaba Fray Antonio de Calancha que decía que “La Candelaria es la única Virgen blanca que hace milagros entre los aborígenes. Tal deferencia es correspondida por los ilustres hijos de la meseta del Collao y que en su nombre se visten de luces, bailan, cantan por las calles, que tienen como único fin el de alegrar a su patrona la Virgen de la Candelaria”.


Desde entonces la figura de la virgen de la Candelaria, en el corazón del hombre andino se ha entronizado y por ello le ha rendido permanente devoción y veneración, con una solemnidad propia y una suntuosidad emotiva y multitudinaria que en estos tiempos es muy difícil de explicar o entender, pero claro está con una honda expresión de respeto, alegría y gratitud, aunque a veces entremezclada de temor y dolor. En resumen como afirma Raphael Girard “La virgen ha sido adoptada por los aymaras como una representación de la diosa Madre (Pachamama), de manera que los actores principales y asociados, personifican a personajes cristianos en función a dioses paganos… están presentes los conceptos, los mitos y los fastos de la época prehispánica”.

Será por eso que estoicamente ha soportado por casi cinco siglos, las humillaciones de los mismos que lo impusieron como su patrona, a tal extremo como afirma Mario Núñez Mendiguri “Que las autoridades municipales hasta 1956 prohibían el ingreso de danzantes rurales a Puno aplicándoles multas y otras medidas represivas”, lo que con cierta indignación Enrique Cuentas Ormachea nos describe y transmite “Tratando de explicarme la razón de esa decadencia, observé que los motivos eran la exigencia de la licencia municipal que debía de recabar cada grupo de baile y la existencia de un mandato municipal conforme al que en días domingos y festivo no podía permitirse a los campesinos ir con sus trajes típicos de fiesta por que se consideraba que era una manifestación de incultura por lo que se les obligaba a usar terno o traje análogo al de los “mistis”.

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Observé con indignación, como los comisarios o policías municipales, quitaban las prendas típicas de lana a sus poseedores alegando que tales trajes daban un aspecto de “ciudad retrasada e inculta”.

Tales disposiciones hacían decaer cada vez más la tipicidad de la fiesta; Los devotos y concurrentes cuidaban de usar sus vestimentas típicas y los conjuntos de danzas y música eran menos numerosos. Los campesinos de las parcialidades de Ch´eca, Huaraya o Huajje y los de los vice-distrito de Ichu eran los únicos que haciendo un sacrificio económico concurrían ataviados de sus coloridos trajes de fiesta que integraban con los “Wichis” o “Waracas” de lana tejida de colores vivos o adornadas con flores a los que se agregaban los “Choquelas”, “Los Cinntakanas “, Puli pulis, etc.”

Pese a todas estas circunstancias y mucho más la figura de la Mamita Candelaria sigue marcando la vida espiritual de los puneños y lo mejor de todo, el milagro de rendir a sus pies, a hombres, mujeres, niños que sin distinción de raza, edad, condición económica o nacionalidad se entregan a la devoción de su Mamita, de su Candelaria buena, generosa y protectora en el embrujador escenario altiplánico cargado de leyenda, mito, tradición y un pasado glorioso que aún recorre por las calles de Puno, adornada de variada, colorida y exquisita riqueza de sus danzas.

Por: Jose Morales
Fuente: Travel & Tour

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