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La Diablada Puneña hizo Estallar El Gran Teatro Nacional
Amantes del Folklore Altiplánico, organizaron la presentación de la Diablada, que tocó el umbral en el país.

Espectacular presentación de la diablada puneña, Patrimonio Cultural de la Nación en el Gran Teatro Nacional
La Diablada Puneña hizo estallar el Gran Teatro Nacional, ubicado en el corazón de San Borja (Lima), donde el Ministerio de Cultura y amantes del folklore altiplánico, organizaron la presentación de esa danza que hacía poco tocó el umbral en el país.
El 16 de setiembre, mediante resolución 0222-2021 se declaró a la Diablada Puneña como Patrimonio Cultural de la Nación.
La noche limeña acogió la danza que simboliza la lucha entre el bien y el mal.
Según los cronistas, la diablada surgió en la época de la colonia, con la evangelización en la zona Aymara del antiguo Perú, que entonces abarcaba hasta Bolivia. De acuerdo a Juan Carlos Verastein, está danza tuvo sus inicios en Mañazo (Puno) cuando los matarifes llevaban el ganado hacia intendencias del sur del continente, y al llegar a Oruro – Bolivia, sacrificaban al ganado y danzaban con las cabezas.
La noche de gala no solo tuvo un escenario trascendental, sino también a sus exponentes. La Orquesta Sinfónica Nacional, que dirige Fernando Valcárcel, nada menos que el sobrino nieto del gran Teodoro Valcárcel; danzarines de diversos bloques de diabladas que año tras año danzan en honor a la Mamita en Puno; la animación de María Jesús Rodríguez, junto al promotor cultural Ludwin Castillo.
Además, para que los diablos brinquen como en su altiplano, los organizadores hicieron posible que llegue a Lima, Benjamín Velasco Reyes, expresidente de la Federación Regional de Bandas de Música de Puno (Ferband), para que se asegure el tono iruindo y la melodía puneña.
En ese marco se realizó el «Auto sacramental de la Diablada», dónde los asistentes fueron testigos como el bien vencía al mal en un duelo de arcángeles y demonios, al son de tonos en el averno.
Hay que mencionar que el ministerio de Cultura mostró predisposición para darle un explendido lugar a la diabla puneña.
Tal como lo relataron en la presentación, dicha danza tuvo sus orígenes en el altiplano, y para ello mostraron un antiguo traje que se exhibía en el Museo Nacional Antropológico Eduardo López Rivas de Oruro en Bolivia, el cual lucía el escudo peruano.
El gran acto se exponía con el fondo de fotografías captadas por Ernesto Aliaga Montesinos. Eran tomas de danzas mágicas, lugares paradisíacos, templos coloniales majestuosos, el milenario lago, y la imagen de la Mamita Candelaria, patrona de Puno.
Se agredeció el gesto de Henry Flores, presidente del Colectivo de las Diabladas de Puno; la Asociación Brisas del Titicaca, y César Flores, quien coadyuvó a la realización del evento.
El acto contó con la presencia de la ministra de Cultura, Gisela Ortíz; el congresista Carlos Zevallos, viceministros y altos funcionarios que fundamentaron el informe que concluyó en que la diablada puneña sea declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
Además de otras personas que también apoyaron la realización del evento, sin duda se notó la mano de Harthley Vela y su página Vive Candelaria, tanto en el impulso como cobertura de los acontecimientos.
Fuente: Diario sin Fronteras
Ni una sola mención a los protagonistas y principales actores de la puesta en escena en el Gran Teatro Nacional, agrupados en los conjuntos Azoguini, Porteño, Bellavista, San Antonio, Huascar
Sin duda la danza de la diablada lo máximo que bueno que sea nuestro.