Este 4 de noviembre, Puno celebra un hito histórico: 357 años desde su fundación española. Conocida como la “Capital del Folclore Peruano” y custodiada por el majestuoso lago Titicaca, la ciudad alberga una de las tradiciones culturales más ricas de América. Esta es la historia de su fundación colonial y la evolución del orgullo puneño que perdura hasta hoy.
La Fundación de Puno: Plata, Rebelión y un Virrey
La ciudad de Puno fue fundada oficialmente el 4 de noviembre de 1668 durante el Virreinato del Perú. Aquel día, el virrey Pedro Antonio Fernández de Castro, Conde de Lemos, estableció en la orilla del lago Titicaca una nueva villa con el nombre de San Juan Bautista de Puno (más tarde rebautizada como San Carlos de Puno) [1].
Este acto fundacional tuvo un trasfondo de poder y conflicto. El descubrimiento de ricas vetas de plata en Laykakota en 1657 atrajo a colonos y generó un asentamiento minero controlado por los hermanos Salcedo. Sus ambiciones desataron la llamada Guerra de los Minerales. Para pacificar la zona y asegurar el control real sobre la plata, el virrey Conde de Lemos ejecutó a los hermanos Salcedo, arrasó el campamento rebelde y fundó una nueva ciudad leal a la corona.
De Villa a Ciudad: La Evolución Histórica de Puno
Tras su fundación, Puno no dejó de crecer. Luego de la rebelión de Túpac Amaru II, la corona española elevó la región a Intendencia en 1784, haciendo de Puno su capital. El 14 de octubre de 1805, por orden del rey Carlos IV, obtuvo el título oficial de Ciudad.
Después de la Independencia del Perú en 1821, Puno se consolidó como capital del departamento homónimo. Su estratégica ubicación fronteriza y su conexión con el lago Titicaca la convirtieron en un crucial eje comercial y cultural, conectando Cuzco, Arequipa y La Paz.
Puno, Capital del Folclore Peruano: Un Legado que Traspasa Fronteras
La identidad puneña es un orgulloso mestizaje de tradiciones andinas y españolas. Habitada desde tiempos prehispánicos por pueblos aymaras como los Lupacas y Collas, la región forjó un legado único [5].
No es casualidad que en 1985 Puno recibiera el título oficial de “Capital del Folclore Peruano”. La ciudad y sus alrededores son cuna de más de 350 danzas tradicionales, entre las que destacan la mundialmente conocida Diablada, la Morenada y la Llamerada.
La máxima expresión de esta riqueza es la Festividad de la Virgen de la Candelaria</strong. Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2014, esta celebración fusiona el fervor religioso con danzas y música ancestrales en un espectáculo de color y fe sin igual.
Celebrando 357 Años: Orgullo, Leyenda y Turismo
Cada 4 de noviembre, Puno revive su historia. Las celebraciones por su aniversario incluyen pasacalles, conciertos y ferias artesanales. Una tradición emblemática es la escenificación de la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, emergiendo de las aguas del Titicaca, uniendo así el origen mítico incaico con la historia colonial de la ciudad.
Hoy, a 3,810 metros sobre el nivel del mar, Puno se enorgullece de su gente, su historia y su patrimonio vivo. Después de 357 años, la “ciudad del lago sagrado” sigue siendo un faro de cultura y resistencia en el altiplano peruano.
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