Llueva o truene, la ‘Mamita’ Candelaria tiene su fiesta en el sur del Perú

Es necesario sentarse al ras del suelo y a poquísimos metros de los danzantes para realmente apreciar la pasión y el empeño que les ponen a sus presentaciones.
Faldas que parecen arcoíris voladores y zapateos intensos con o sin zapatos, son apenas un indicio de lo que el sur del Perú vive a lo largo de 15 días en honor a la venerada “Mamita” Candelaria.
Cada 1 de febrero la ciudad de Puno, ubicada a 3,827 sobre el nivel del mar y a orillas del Lago Titicaca, da inicio a su tradicional Fiesta de la Virgen de la Candelaria, la celebración religiosa y cultural más grande del sur del Perú.

Una de estos puneños se llama Sussan Núñez. Ella nació respirando el fervor de esta fiesta y a los 14 años de edad le tocó, por primera vez, unirse a la Fabulosa Morenada Independencia, nombre del conjunto que este año cumple bodas de plata y con el que volverá a competir luciendo un majestuoso traje de luces.
Pese a estar residiendo en Chiclayo, a más de 1.200 millas al norte de Puno, cada año Sussan vuelve a su tierra para vestir un nuevo traje y bailar hasta perder el aliento, algo poco probable con los locales, pero bastante común con quienes no están acostumbrados a la altura.
