
¡Si tanto les gusta ese folclore, migren a Puno!
Escribe: Uriel Montúfar
En junio de cada año, la mágica y bella Ciudad Imperial del Cusco, se engalana en su mes jubilar. Es una época bellísima, llena de alegría, manifestaciones culturales únicas y fiesta; sin embargo, surge una situación preocupante, esta es que algunos cuzqueños, comparten memes en las redes sociales con el fin de prohibir o minimizar algunas manifestaciones que si bien no son propias del Cusco, muchos cusqueños las practican.

Los comentarios que acompañan a estos memes son bastante hostiles, dicen, por ejemplo: “Si tanto les gusta ese folclore que migren a Puno”, “Por qué no bailan algo de Cusco”, “Por qué no se van a Puno a bailar, y se quedan allí, hijos de Puno”, “Son unos alienados, deben bailar lo nuestro”, estos comentarios son alarmantes y preocupantes, pues contienen un tufillo xenofóbico y discriminatorio.

Algunos de los prejuicios de la xenofobia se manifiestan en la superioridad cultural y el temor a la pérdida de la propia identidad, es por eso que algunas personas piensan que su propia cultura es amenazada, y será desplazada por la foránea, en este caso, la altiplánica. Aunque, como se sabe, el “Saludo del Collasuyo” se realiza el 10 de junio y no compite (por usar una analogía) con las danzas de Cusco.
Lo que deberíamos entender, es que cada persona es libre y puede saludar a su ciudad de la manera que desee. No podemos ni debemos cuestionar las danzas ni las manifestaciones culturales que cada persona desee expresar, eso sería tener un mínimo de tolerancia; además, que, una persona puede amar a su ciudad, y sin embargo puede bailar hip hop, puede tocar rock, o bailar el éxito llamado “despacito”.
Tomemos en cuenta que no hay manifestaciones culturales puras, pues todas se enriquecen de otras, son procesos culturales. Seguramente, las danzas bellísimas del Cusco también cambiaron con el paso del tiempo, hasta la cumbia que ahora bailamos en todas las fiestas tiene origen foráneo, lo mismo con paso con el vals, y muchos otros géneros musicales.
Deberíamos crear una nueva sociedad basada en la capacidad de respetar todas las manifestaciones culturales (propias y foráneas), donde se pueda danzar, crear, y transformar en libertad, pues la cultura no es estática. También es propicio construir políticas culturales, con el fin de que las danzas propias de la región Cusco perduren en el tiempo, pero no prohibir que se dancen otras, todo esto para celebrar nuestras diferencias, nuestra diversidad y nuestra pluriculturalidad.

Los caporales, las morenadas, las diabladas, y demás danzas altiplánicas, si son ejecutadas no afectarán a las fiestas del Cusco; todo lo contrario: enriquecen las manifestaciones culturales en su mes jubilar, y demostrará la diversidad que existe en el sur del Perú.